Cambiando Patrones
Durante mucho tiempo me he sentido egoísta con los demás y sintiendo que no he dado lo suficiente, hasta que poco a poco he ido internalizando muy dentro de mí que no es así, que he dado todo lo que he podido en su momento y que el egoísmo era solo una ilusión.
Hoy escuche nuevamente esta palabra: “eres egoísta” y aunque no respondí, sentí como mi estómago comenzó a arder y mis pensamientos inmediatamente llegaron unos para defenderme y otras para seguir echándole leña al fuego, observé, sentí y pensé en responder luego, hasta que finalmente se me paso.
Antes de terminar de desvanecerse por completo esta emoción me llego un mensaje muy claro: lo que siempre has criticado de ti hacia los demás (creyendo que soy egoísta con los demás) realmente es lo que sientes hacia ti misma (lo egoísta que soy conmigo), no te has dado lo suficiente. Fue como un bálsamo para la herida, es tan cierto, me he juzgado tanto, me he exigido tanto durante tanto tiempo que me olvide de lo esencial, de mí, de mi humanidad, de los placeres de la vida.
Me he privado de muchísimas cosas en busca de una meta, pondré un ejemplo muy claro, cuando compramos nuestra primera casa todo el dinero que generaba era para la casa, no compraba ropa, no disfrutaba de un restaurante, me limitaba por completo en PRO de mi meta y me sentía súper orgullosa de hacerlo, finalmente lograría obtener lo que quería, la casa de mis sueños, en la zona que quería, como la quería, todo a cambio de ese “simple” sacrificio, cuando ya casi estaba lista resulta que decidí irme del país, así que no disfrute de la casa, ni del dinero que en ella invertí y peor aún esa época, ese momento, esa edad ya no volverá.
Este es un patrón que se repite constantemente en mi vida, me privare de X cosa con tal de alcanzar X meta, logro la meta, llego hasta ella, pero disfrutando del camino a medias ¿Por qué? Porque me exijo a mí misma lograrlo en tiempo record, porque sé que ante los ojos de los demás soy una superhéroe, porque he sido el ejemplo durante mucho tiempo en mi familia y “debo” continuar así, porque la formula me ha servido para lograr los objetivos y a fin de cuentas me gustaba el papel.
La vida me ha ido mostrando que lo realmente importante es lo que vivo hoy y aunque llegar a la meta es maravilloso, lo que vivo durante el recorrido tiene que ser doblemente maravilloso, hoy se terminó de caer esta creencia limitante que para obtener algo tengo que sacrificarlo todo. ¡NO! Ahora sé que puedo obtener lo que deseo sin escoger entre una cosa u otra, seguramente me llevaraa más tiempo, pero yo estaré más feliz, más relajada, porque ya no quiero ser el ejemplo de nadie más, porque lo que realmente importa es que yo merezco una vida plena y feliz, entendiendo que la felicidad es un concepto sumamente personal.
Poco a poco iré generando esos pequeños cambios en mi vida que me lleven a transformar por completo esta creencia. ¿En que sientes que has fallado con respecto a los demás? ¿Seguro que es con los demás y no contigo mismo? ¿Cuál es la creencia limitadora que te condena? ¿Deseas ser feliz o hacer felices a los demás? ¿Te gustaría cambiar de papel? Comencemos poco a poco a generar esos cambios que nos llevaran a la libertad completa de nuestro ser.