Cambios
¿Con que frecuencia? ¿En qué momento? ¿Cuándo? ¿Por quién? ¿Por qué? Somos tan cambiantes como el planeta en el que vivimos, lo que ayer quería tal vez hoy no lo quiera, mis prioridades, mis sueños, mis metas, mis deseos, todo cambia cada segundo que transcurre, de la misma forma en que cambian nuestros cuerpos, nuestras células, nuestra piel, nuestro pelo, nuestras uñas, vivimos sumergidos en un cambio constante.
Cambiamos inconsciente y naturalmente cada día, hoy ya no somos lo mismo que ayer aunque no podamos percibirlo, sucede con ligereza, con suavidad, con delicadeza, somos la máxima expresión de amor representados en esta maquina perfecta que conocemos como cuerpo, en este momento hablo principalmente de los cambios físicos que vamos experimentando.
Ese ejemplo de cambio constante que nos regala la naturaleza, que podemos comprobar a través de nuestros sentidos, podríamos llevarlo a otro plano, el plano de nuestra consciencia. Cuando decides dejar de ser esa máquina que viaja en piloto automático cada día de su vida, cuando decides tomar el volante, llevando las riendas, es decir, decides ser consciente de cada paso que das (por lo menos de un máximo de pasos al día), en ese momento tu vida cambia.
Se dice que el despertar de cada persona es totalmente personal, no podemos forzar a nadie, créanme que lo he constatado, por más que hables, digas, repitas, si! seguramente algo dejes en la persona que te lee o que te escucha, alguna semillita puede quedar sembrada por allí, no obstante solo depende de cada uno regar esa semilla para que crezca, en el momento que lo decidas, cuando tú quieras, lo haces solo por ti, para evolucionar, crecer, recorrer y descubrir un sendero espiritual que se eleva más allá de todo lo humano que hasta ahora conoces.
Observo mis fotos, ya no soy la misma, he cambiado, también he notado mi cambio interior, no sé si los demás pueden percibirlo, lo peor o lo mejor es que continuo cambiando cada día, cada hora, cada segundo, quiero leer más, quiero escucharme más, quiero sentirme más, quiero descubrir cada partecita de mi espíritu, debo confesar que no es un proceso fácil como explique en Nuestras sombras, sin embargo vale la pena vivirlo.
En este preciso momento, coloco mi mano en el corazón, lo siento latir, percibo como mi sangre recorre todo mi cuerpo para nutrirlo, siento el dar y recibir cada vez que respiro, recibiendo el aire fresco que le da vida a mi vida, dando el aire caliente que de mi sale para seguir alimentando el planeta, cierro mis ojos, percibo el peso que moldea la cama, no es otra cosa que mi cuerpo tangible, el auto perfecto con el que recorro las calles de mi vida, detengo mis pensamientos, me vuelvo observadora de mi mente, observo como pasan, como están vestidos, no los juzgo, simplemente los dejo ir, al dejarlos ir, en ese instante escucho a mi ser, me escucho y sé que es esto lo que debo escribir.
Descubriéndote, conociéndote, escuchándote, estarás descubriendo, conociendo y escuchando a el universo, tomate 20 min, 10 min, 5 min, 1 min para ti, para conectar con tu esencia, detén tus pensamientos, desacelera tu corazón, siente el ritmo de tu respiración, obsérvate, descubre el potencial infinito que posees, renace, conviértete en la mejor versión de lo que eres, de lo que somos, confía en la vida, cree, cree y crea, eres un ser único, especial, diferente, con capacidades inigualables, amate y se feliz!