Color Rosa
El amor puedo iniciarse de diferentes maneras, suele entrar por alguno de nuestros sentidos, una mirada, una caricia, un gesto, palabras, incluso olores que nos cautivan, una vez que comienza el juego del Amor, emprendemos las diversas estrategias para hacer que este amor crezca, se solidifique, nos pertenezca.
Ese amor para que funcione, debe estar presente en los dos que lo conforman, debe alimentarse día a día, debe cuidarse tanto como se cuida una flor, debe existir el compromiso y las ganas de vivirlo en pareja, el respeto sin duda alguna es el ingrediente principal, respetar a esa persona como un ser integro, completo, con virtudes y defectos que decidió compartir su vida contigo, entiéndase bien, no hablo de la mitad que te faltaba a ti, hablo de un ser “completo” que acepto estar contigo.
Quiero hablar de los problemas, cuando entras en esos momentos normales, que deberían ser poco frecuente, que llegan a inestabilizarte, en esos periodos de baja, donde creemos que el mundo se nos acaba, donde tienes la capacidad de magnificar, la más pequeñita e insignificante tontería, donde crees que solo tú, tienes la razón. En estos momentos la terapia más efectiva y muchas veces, la más difícil para algunos es “conversar”.
Exactamente como dice el dicho “conversando se entiende la gente”, sin embargo para que funcione, quiero analizar ciertos aspectos:
- Si estás muy molesto: respira profundo, sal a dar una vuelta, luego cuando regreses más relajado, igual no hables, la casa debe ser siempre un “nido de amor”
- Salgan al patio, al jardín, a un parque, a un lugar agradable donde tranquilamente puedan decirse lo que sienten, ¿por qué no? También puede ser en la cama, pero tranquilos, relajados y en voz baja.
- Uno de los dos debe iniciar la conversación, si vas esperar que el otro comience, por no dejar “el orgullo” la situación puede dilatarse.
- Habla desde un punto de vista neutral, sin victimizarte, tu sientes que solo tú estás sufriendo, pero no es así, cada quien lleva su carga de diferentes maneras, pero igual la lleva.
- Habla desde el corazón, desde los sentimientos más profundos, habla con humildad sin ganas de querer hundir a quien tienes delante de ti, simplemente expresa eso que sientes, no dejes nada a suponer.
- Si se te hace muy difícil te recomiendo escribirlo, escribe lo que sientes, escríbelo para ti, como que solo tú vas a leerlo, luego cuando vayas hablar léelo.
- Una forma de explicar lo que se siente es buscando ejemplos, la mente es difícil, las palabras suelen mal interpretarse, sobre todo cuando estamos en esas curvas problemáticas, dar ejemplos de lo que sientes ayuda a su entendimiento.
- Escucha, presta atención a lo que dice tu compañero, respétale su punto de vista.
- Busquen un equilibrio entre ambas partes, un punto medio en todo lo conversado.
- Perdonen, sanen y olviden, la vida es demasiado corta para quedarnos pegados en un solo tema. Pasa la página.
Siempre hemos visto el amor color ROSA, sin pensar en las tonalidades pálidas e intensas que este puede derivar, desde purpureas a anaranjados, que alegría pensar que contamos con este amplio abanico de posibilidades, sino que monotonía, son momentos que nos permiten reflexionar, valorarnos y valorar, nada mejor que las reconciliaciones.
No te ahogues en un vaso de agua o mejor dicho no te ahogues en tus pensamientos, en tu imaginación, suponiendo lo que siente o lo que piensa el otro, imaginando que ya no te ama, SOLAMENTE en estos casos, recomiendo dejar la imaginación de lado, tomen la valentía necesaria y hablen, el orgullo no sirve para nada, solo para hacernos sufrir más. Habla desde tus verdaderos sentimientos, sincérate contigo y con tu pareja, deja que ese amor tan bonito que existe entre ustedes se exprese, hablen desde el amor, no desde el dolor.
Ama con intensidad, vive sin temor, exprésate sin pena, perdona y sana, valórate y valora, cuida ese amor que los une, peleen y disfruten reconciliándose, ámense sin reservas.
Que viva siempre el amor en todas sus expresiones.