Cuantos momentos vividos.
En todos mis artículos he intentado explicar cómo se siente ese vacío que queda al salir de tu burbuja, de tu entorno, de tu mundo para enfrentarte a lo desconocido, a lo inimaginable, he hablado desde mis sentimientos más profundos, he intentado desnudarlos lo más posible, sin duda alguna salen a relucir de forma predominante, las lágrimas y las tristezas.
Hoy quiero contarles parte de lo bueno, bueno, cuando llegamos obviamente no teníamos trabajo, bueno ni siquiera hablábamos el idioma, teníamos nuestros ahorros con lo que llegamos que tampoco era demasiado, sin duda alguna lo que siempre nos mantuvo y nos mantiene de pie en tiempos de adversidades fue y sigue siendo la FE, fe en que todo pasaría, en que todo es momentáneo, sobre todo fe en que lo lograríamos, fe en que encontraríamos ¨eso¨ que todavía seguimos buscando y que seguramente seguimos sin saber que es.
La primera meta que nos trazamos, es decir, lo que si teníamos y tenemos claro es que debemos conocer el mundo, que debemos viajar y descubrir por nosotros mismos aquello que escuchamos por otros o que solo habíamos visto en la tele, eso estaba clarisimoooo. Las metas son diferentes para cada quien y por supuesto varían de acuerdo a cada situación en nuestras vidas, en diciembre del 2012 (en la carta de deseos del espíritu de la navidad para el año 2013) mis metas eran mudarme a mi nuevo hogar, comenzar a buscar nuestro primer bebe, seguir creciendo en lo que estaba, repentinamente no me pregunten ¿por qué? Simplemente no lo sé, para febrero de 2013 (dos meses después de haber pedido mis deseos) todos esos planes cambiaron, giraron 180° ahora me encuentro aquí, detrás de esta pantalla contándoles parte de lo que he vivido.
Luego de instalarnos en nuestro nidito hice la primera compra para decorar “un mapa”, ese fue el primer cuadro de mi hogar, un mapa simple sin marcos, pero grande lo plasme en el muro de la sala, compre calcomanías pequeñitas para ir marcando cada país que conociera, así arrancamos.
Los primeros paseos fueron dentro del mismo país, claro mis papeles no estaban en regla y el dinero era otro limitante, así que cada fin de semana que podíamos nos escapábamos a una ciudad diferente, aquí es simple tomas el tren el fin de semana pagas 10 euros ida-vuelta, llegas a la ciudad que quieras, cada una más bella que la otra, maravillada entre tanto orden, tanta fantasía, tanto espejismo, tanta irrealidad, tantos pueblos que solo podían existir en mi imaginación, debo confesar que cada vez que salgo el alma se me llena de momentos, camino maravillada, no dejo de asombrarme por lo mas mínimo, observo la diversidad de los árboles, escucho el canto de los pájaros, observo lo verde que me rodea, respiro un aire tan pero tan limpio que me siento purificada, no tengo la necesidad de salir de compras, ya no sé lo que es un centro comercial, lo que me enriquece son las sensaciones tan simples que vivo al caminar y recorrer todos estos lugares, son solo instantes, momentos que vivo al máximo y que intento guárdalos como un tesoro en mi memoria.
Es tanto lo que me llena que he inspirado a mis compañeros de trabajo, ellos no conocen su país como lo he conocido yo, analizando la situación puedo decir que es normal, aunque mi país lo recorrí bastante en esos viajes encantadores que realizaba con mi papa y mi mama, viajes inigualables sin embargo una vez que ya podía viajar por mi cuenta iba siempre a los mismos sitios, a los más turísticos, los más cercanos, es decir, existen ciudades de mi país que no conozco, entonces es normal que aquí pase lo mismo, llegaba tan encantada hablando de lo que había visto, de lo bello que era, que luego ellos organizaban viajes para ir a conocer, diciendo gracias lolique por hacerme descubrir mi país jejeje.
Así fuimos descubriendo poco a poco la belleza que nos rodea, para mi es una forma de recompensar todo el sacrificio, es una manera de drenar todo lo que vivo, es una escapada de fin de semana que me ayuda a «escapar» de la rutina, de los pensamientos, me motiva porque al regresar llego recargada con ganas de continuar para seguir viajando.
No creas que todo es malo, ni creas que las lágrimas son eternas, salir de donde estas implica un gran compromiso mental, pensar cada instante en todo lo que dejaste suele ser como una espina clavada que te hiere cada vez que la rozas haciendo que retrocedas al pasado pero es en esos momentos donde descubrirás tu fortaleza, tu dominio, te harás cada vez más grande, sentirás mas orgullo de ti, sabrás de lo que eres capaz, te impondrás retos que al superarlos te glorificaran internamente, conocerás nuevos horizontes, descubrirás otros amaneceres, te enriquecerás de experiencias, arriésgate y vive la aventura de saber quién eres en realidad, la vida es ahora, en tus manos está la opción de hacer realidad tus deseos y sobre todo mantén siempre la FE en que todo saldrá bien.