Decisiones
Tomar la decisión correcta es nuestro gran dilema como seres humanos, decidir si hacer o no hacer nos puede torturar por un largo periodo de tiempo, sin embargo la respuesta siempre está dentro de ti… sí, claro esto ya lo he escuchado muchas veces, si está dentro de mí ¿Por qué no aparece? ¿por qué no la escucho o la veo? lo que sucede es que la respuesta muchas veces va en contra de lo que hemos aprendido, de lo que creemos que es lo correcto, de los patrones establecidos, particularmente yo no escucho voces, son pensamientos que llegan y sé que son pensamientos que no me pertenecen en este plano, son pensamientos bonitos, de amor, de mucha sabiduría y que en ciertos episodios de mi vida me obligo a no escuchar simplemente porque no van de la mano con las directrices de la sociedad, con lo que supuestamente debería ser la vida de una persona por ejemplo estudiar carreras validas, científicas, graduarse, trabajar, trabajar, trabajar, tener hijos, siempre atender al marido, trabajar más, comprar y comprar, para seguir debiendo y seguir trabajando más, seguir aparentando, volver a comprar así no lo necesites, seguir en la competencia, volver a trabajar… ¿y si realmente mi esquema es otro? ¿Puedo cambiar esta realidad en mi vida? seguido a estas preguntas llega el miedo atacando, diciendo ¿y si no lo haces como será tu futuro? ¿Cómo serás en tu vejez cuando ya no tengas las fuerzas que tienes ahora? ¿Sino lo haces ahorita no será nunca? ¿Debes, tienes que hacerlo o te arrepentirás? esa guerra entre lo que debería ser y lo que tu corazón te dice que hagas es inagotable.
Tal vez sino escuchara mi corazón todo sería más fácil, simplemente seguiría la corriente de lo que la norma dicta, sin muchos cuestionamientos, sin muchas dudas, así como va el río empujado por la corriente, pensara menos, sí definitivamente sería más fácil, por eso crecer espiritualmente es una tarea muchas veces dolorosa, donde el lente que le pones a tu vida desenmascara muchas mentiras y te lleva a un vacío profundo, muy profundo, hasta encontrarte con nada, no hay nada, luego desde la nada comienzas a llenarte con tu verdad, comienzas alinearte y a crecer en función de lo que realmente eres, a lo que realmente viniste, con tu verdadera misión, tu verdadero ser, ese que generalmente va en sentido contrario a esos patrones de los que ya hablamos y en ese momento debes ser muy valiente para enfrentar el mundo y decir esto es lo que soy, esto es lo que quiero, esto es lo que pienso, esto es lo que haré, valentía que tu propio espíritu te concederá el día que estés preparado para asumirlo.
Yo no lo sé todo, soy una estudiante más de la vida, en busca de mi verdadero ser, de mi propia misión, que va aprendiendo cada día porque estoy atenta a lo que me sucede, mi visión del mundo va cambiando y no puedo negar que muchas veces siento miedo, todo lo que escribo describe una parte real de mi vida, de mis pensamientos, de mis ideas, de mis temores, agradezco a la vida la oportunidad que me brinda para ir despertando, despertar de esta realidad que nos mantiene dormidos y espero ese día en el que esté preparada para decir, ¡esta es quien soy!
Si te encuentras en la misma etapa solo te animo a continuar, lo lograremos, el amor, la verdad, la sinceridad, la sencillez, la humildad, un corazón libre de sentimientos egoístas no puede equivocarse jamás, escúchalo así tú mismo creas que estás LOCO hahaha.
Lo que si tengo muy claro hasta el presente es que mi misión principal es ser feliz, feliz con todo lo que venga, con el ritmo que me ponga la vida, feliz hasta cuando me toque llorar, feliz, feliz, feliz.