La encrucijada del alma

La mayoría de mis sueños (mientras duermo) me hacen volar ir más allá de mis capacidades físicas, otros minoritarios me hacen despertar ante una cruda realidad.

¿Cruda realidad? Bueee… depende del ángulo que lo mire ya que la realidad que conocemos es lo menos real que podamos imaginar, para no enredarlos digamos que la realidad que mi cuerpo físico cree que es real.

Anoche antes de dormir hice una meditación guiada con la luna llena, muy hermosa, justito antes de dormirme le pedí a la luna que me mostrara mi herida más profunda, la sombra que me atormenta, un poco de masoquismo realmente debí pedirle que me mostrara cuales eran mis dones, el camino de mi alma, en fin eso fue lo que pedí y eso exactamente recibí.

Soñé que estaba sola manejando un carro en una ciudad desconocida, estaba perdida no conseguía mi destino, sé que andaba buscando un lugar donde pudiera ejercer mi profesión, llegue a un hotel y dormí sola con cierto temor,  salí al día siguiente, todo era muy confuso hasta que conseguí a un sr. Supongo era como un juez, un jurado y me dijo que no podía ejercer, que en ese país no podía, inmediatamente me puse a llorar y le dije que no era posible, me desperté con una tristeza que invadía a mi corazón.

He escuchado muchísimo sobre personas que ejercen su carrera y se encuentran perdidas porque no es su vocación, se sienten vacíos e incompletos se sumergen en depresiones o crisis hasta que milagrosamente se dan cuenta de cuál era su verdadero camino, sus vidas se vuelven armoniosas, encuentran paz, perooo cuando ya tu camino estaba realizado, el camino que tu escogiste, cuando eras feliz y amabas lo que hacías, cuando pensabas que era parte de tu vida, cuando te repetiste innumerables veces si vuelvo a nacer lo volvería hacer, cuando buscas para que eres bueno y simplemente no hay más opciones porque el amor que sentías por tu carrera era lo máximo. ¿Cómo se lleva está perdida? ¿Cómo se acepta y como se vive con ella?

Mientras escribo sí, estoy llorando y siento un cumulo de energía en mi útero un peso enorme, justo allí está mi centro de energía, mi cuerpo me está pidiendo que lo libere.

Así que después de 5 años haciendo hasta lo imposible para retomar mi antiguo yo, me dan la posibilidad de hacerlo sumándole 5 años más de estudios (entre idiomas y últimos años de la carrera) llevo meses pensándomelo, debatiéndome internamente entre lo que deseo, lo que pienso y lo que siento.

Hoy después de este sueño, de estas lágrimas y de todo lo que se está moviendo dentro de mi la respuesta es NO, no quiero perder 5 años más entre libros, no quiero seguir luchando por lo que creo ya cumplió su misión en mi vida y mi alma me está pidiendo a gritos desesperados tomar otro camino mientras mi ego paralelamente insiste en que debo retomar el anterior, en que debo mantener un estatus, una apariencia y un estilo de vida que si bien me apasiono ya pasó.

Así que aprovecho esta luna llena en piscis para cerrar este ciclo de mi vida, cerrarlo con estas últimas lágrimas y abrirme finalmente a la energía que se está manifestando, que está tomando forma, que se está gestando en mi interior desde hace mucho tiempo y que no he querido ver por completo, esa energía que está alineada realmente con la vocación de mi alma.

Y ahora que lo pienso, todo ha pasado como ha tenido que pasar, para estar donde hoy estoy, para lograr todo lo que ya he logrado, he tenido que amar mi profesión terrenal, he tenido que ser una apasionada y enamorada, he tenido que ser quien fui porque sencillamente hoy continúo siéndolo, sigo siendo esa persona que se entrega 100 porciento a sus pacientes, quien solo piensa en ayudar y el dinero sí, el dinero sigue siendo lo menos prioritario, ayude a tanta gente que la satisfacción jamás podrá perderse, me entregué tanto a los demás que ha llegado el momento de encontrarme de nuevo para llenarme nuevamente hasta desbordar para seguir dando más, de esos dones naturales que simplemente vienen incluido en tu ser y que se manifiestan a través de ti sin importar la profesión que elijas.

Hoy quiero y decido cerrar un capítulo de mi vida, hoy decido guardar dentro de mí lo más bello (todo fue bello) dejar de marchitar esa belleza con mi insistencia y entregarme por completo al fluir de la vida, dejo de luchar contra corriente.

Me despido recordando una frase que quiero compartirles, fueron mis palabras para Dios el día que me gradué: te prometo mi Dios que te recompensaré por todo lo que me has dado, usare mis manos para ayudar a todo aquel que lo necesite y te pido en este momento que el dinero nunca me ciegue, que no interfiera en mis intenciones. Gracias.

Ahora listo me seco las lágrimas, para terminar de mover y sacudir estas energías prendo la música, bailo al ritmo que la vida me va orquestando. Recuerda que todo pasa