Todo depende desde el ángulo que mires.
Venia saliendo de mi trabajo, tome el metro y al salir de la estación le envié la foto que está en esta portada a mi hermana, le contaba que este cielo era bello a su manera, aunque no tiene nubes hermosas como en mi país, siempre esta cruzado de líneas por tantos aviones que transitan, esto venia comentándoselo mientras estaba un poco desanimada, pensando en algún problema, como dice mi mama a veces me da el guayabo pero esto también es normal, mientras continuo caminando voy mirando el cielo constantemente, pasó un avión y recordé lo pequeño que se ve todo desde arriba y lo grande que se ve todo desde aquí abajo.
Cuando voy en el avión siempre pido la ventana me encanta mirar, he visto hermosos amaneceres, nubes gigantescas, sobre todo cuando vamos llegando a la ciudad me fascina mirar de qué forma están organizadas las casas, las avenidas, los colores de los techos, la cantidad de bosque que tienen alrededor, el tamaño de los carros, todo esto me recuerda inmediatamente un juego típico en mi época de adolescencia «Los Sims», donde podías construir tu casa, podías agrandar y disminuir la imagen, verlo desde adentro y desde afuera, creabas tu personaje, lo vestías como querías, lo tenías que alimentar, cuidar y debías ser sociable sino podía caer en depresión, enfermarse, tal cual como los seres humanos, todos estos recuerdos llegaron en segundos a mi mente, mientras seguía camino a casa, luego comencé a hilar un pensamiento con otro y concluí que la vida no es más que un juego, en el buen sentido de la palabra, pienso incluso que antes de llegar, hemos diseñado este cuerpo, sus atributos y hemos trazado diferentes caminos algunos buenos y otros malos, luego al nacer todo esto se olvida, por eso la gran dificultad de estar en la tierra, donde el libre albedrío juega un papel clave para nuestra evolución.
Si tienes un problema y ves el problema desde adentro, difícil de explicar, si el problema está dentro de ti, si lo haces parte de tu vida, si lo internalizas, tú serás un puntito delante del problema gigantesco, por el contrario si miras el problema desde afuera, si te conviertes en un espectador del problema, si lo ves como mirar la televisión, si logras sacarlo de ti, exteriorizarlo el problema será solo puntito delante de tu grandeza.
Aprendamos a mirar desde diferentes ángulos, como cuando hacemos una foto en busca del mejor perfil, pues así, vamos a darle la vuelta al problema, comprendiendo que la vida es un juego, como todo juego el final ya está diseñado, lo único que nos podemos llevar, cuando ese final llegue son las experiencias y vivencias acumuladas durante este recorrido, no permitas que un problema oscurezca tu vida, ni el problema más grande del mundo es eterno, así que comencemos a enfocar nuestro lente, ser feliz forma parte de tu decisión, aprende de cada experiencia sea buena o mala, agradece cada día, salgamos del piloto automático en el que vivimos constantemente (como si alguien jugara por nosotros, cuando hacemos X cosa y luego no somos ni capaces de recordarlo) comencemos a jugar activamente, siendo participes conscientes en nuestro día a día, saliendo de ese flujo, esa corriente diaria que nos arrastra muchas veces hacer lo que no queremos hacer o simplemente ser.
Toma las riendas de tu vida, juega tu mejor partido, convierte tus problemas en puntitos y se FELIZ!