Un Nuevo Comienzo
Cuando estás en tu entorno en el lugar donde naciste, rodeado de toda tu familia, de tus amigos, donde tienes una vida ya arreglada, establecida, cuando tu única función es estudiar, trabajar, casarte, tener una familia, es decir, seguir las reglas que nos fueron establecidas desde el nacimiento, superarte, tener una casa, un carro, la ropa de último momento, teléfonos y zapatos, cuando logras todo esto sientes que tienes la Vida ganada, no tienes por qué buscar más allá, no te esfuerzas en buscar explicaciones de otro índole, eres feliz con todo lo que te compras y acumulas, llegas a vivir una vida tranquila, en calma, pero sin salir del espejismo superficial en el cual estamos sumergidos, regidos por una sociedad que nos manipula y nos distorsiona, querer tener más tal vez sin ni siquiera desearlo pero impulsados por la competición, por la moda, por la arrogancia, por el que dirán, ¿es que estoy de acuerdo con este estilo de vida? Totalmente venimos a este mundo a vivir y cada quien tiene el derecho de vivirla y experimentarla a su manera, cada quien es libre de escoger.
Mi Vida estaba organizada y encuadrada en estas normas, estabilizada, planeada, el hecho de irme y de pasar por ese Remolino de emociones, pasar por “la Sacudida” me hizo comprender que la vida tiene otro valor, otro significado, honestamente es un tema difícil de explicar, ya que no se trata de sentir arrepentimiento de todo lo que ya había vivido, sino más bien de aplicar los nuevos conocimientos, solo que en algunos momentos quisiera regresar el tiempo, por ejemplo deje una casa en la que nunca viví porque desde el primer momento comenzamos ampliarla, porque sin tener hijos aún ya debía tener el cuarto de los niños, porque la cocina debía ser mínimo de 4m2 y al conseguirme aquí con mis 30m2 me di cuenta que no me hacía falta nada más para ser feliz, no quiero confundir esto con conformismo, todos somos merecedores de las riquezas del universo, todos debemos tener aspiraciones y pensar en grande, solo quiero decir que no viví el momento en su momento, por pensar en un futuro que tampoco viví o por lo menos no por ahora ya que me fui del país, quiero decir que me perdí el hecho de estrenarme la casa, de vivir en pareja y en fin… pero repito El Tiempo de Dios es perfecto, tal vez si me hubiese mudado no estaría hoy escribiendo estas líneas, por lo tanto en mi vida no existen los arrepentimientos todo pasa en su momento, ni antes ni después, pero para el que lea estas líneas mi mayor consejo es que vivan el día a día, que se preocupen en ser felices y no en hacer felices a los demás.
Está comprensión la obtuve gracias a la meditación, en esos días de vaivén emocional caminaba por el centro cuando me detuve a observar a un grupo de personas que hacían ejercicios de meditación y me sentí atraída, indague y observe un poco más para ver de qué se trataba, resulta que el curso era gratuito y lo ofrecían los domingos en mi jardín, ese parque maravilloso que se encuentra a escasos metros de casa, así comencé a ir dos horas por semana, sin tener la mínima idea sobre que trataba todo eso, hacíamos un circulo en pleno parque, cerraba los ojos y comenzaba los ejercicios, jajaja al principio si duraba algunos segundos con los ojos cerrados era demasiado, escuchaba a los niños que pasaban preguntándole a los padres ¿Que hacen ellos allí? Como diciendo que harán esa cuerda de locos, era inevitable no reírme, distraerme e incluso sentir pena, los primeros meses iba obligada, es decir, era una meta que me había impuesto y tenía que ir como dije antes sin conocer para que me serviría, sin embargo cada domingo me despertaba para emprender mi camino, me deje guiar una vez más por la intuición (esa vocecita que a veces te da consejo y no escuchas) conocí nuevas personas, con nuevos conocimientos, comencé a leer más y poco a poco fui descubriéndome, por ejemplo cada ejercicio duraba unos 10 minutos casi nunca lograba hacerlos y sentía como mi corazón se aceleraba, un día le pregunte a la instructora porque no lo lograba? me dijo: tienes que analizarte y saber que pasa dentro de ti, pafffff un día lo descubrí me faltaba tener PACIENCIA, eran 10 minutos que se convertían en una hora, estaba impaciente por terminarlo y claro mi corazón se aceleraba. La meditación es la llave que me ha permitido abrir algunas puertas internas de mi ser (me faltan muchísimas, esto es solo el inicio), he llegado a conocerme más internamente hablando, a escucharme, la impaciencia no era solo con el ejercicio, no tenía paciencia en mi vida, por eso estaba pasando por el remolino de emociones, quería tener aquí todo lo que había dejado allá por arte de magia, quería en solo algunos meses establecerme, tenerlo todo a la mano, obtener mi equivalencia, un buen salario, hablar como un nativo, ese desespero, esas ganas de correr, esa impaciencia era la causante de todas mis lágrimas.
La meditación también me permitió ver con otros ojos todo lo que tenía a mi alrededor, comencé a comprender que soy dueña de mi destino y de mi felicidad, me fui liberando poquito a poquito de todas esas ataduras que venía arrastrando de esta vida y porque no de otras. Hoy mi invitación es para que te acerques más a ti, no me refiero a la imagen que refleja tu espejo, te invito a buscar más allá, cierra tus ojos unos minutos y comienza el camino desconocido, largo y difícil que es descubrirte.